jueves, 29 de abril de 2010

Al final, sólo hubiera cambiado un pequeño detalle.




Hubiera querido vivir.

Hubiera querido ser capaz de sentir de verdad, amar hasta no poder soportarlo, estremecerse en las cosas pequeñas, aferrarse a los instantes, gritar de placer y miedo, despertar, conmoverse ante lo inútil de la belleza, sufrir el dolor del mundo y el tic-tac de los relojes, morir, dejar que el deseo la alcanzase como un rayo, prender, abrasarse, estallar con el vacío y consumirse hasta quedar reducida a un montoncito de cenizas antes de que llegue el viento. Después, ser nada. Y entonces, sólo entonces, creer.



2 comentarios:

  1. Estoy de tour de los blogs de los compis -curioseando en este tiempo ocioso mío-, y me encanta como escribes.
    ¡Ánimo -aunque no lo necesitas- compañera!

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  2. Me apunto al tour de blogs de compis de Susana!!
    Yeah, molas escribiendo. Lo sabía de antes de conocerte universitariamente =)
    (Yo tampoco creo en Parla).

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